sábado, 20 de febrero de 2016

Baby-Led Weaning


¿Qué es la complementaria a demanda?



La alimentación complementaria a demanda (Baby-led weaning) es una forma de introducir comidas sólidas en su dieta, dejando que el bebé se alimente por si mismo –sin utilizar cucharas y sin purés. El bebé se sienta con el resto de la familia en el momento de la comida y se une al resto cuando está preparado, utilizando primero sus manos para comer y después los cubiertos.

* permite al bebé descubrir sabores, texturas, colores y olores.
* fomenta la independencia y la confianza en si mismo.
* le ayuda a desarrollar y mejorar la coordinación ojo-mano y la masticación.
* evita las peleas y los enfados a la hora de comer.

Cualquier bebé sano puede comenzar a alimentarse solo en torno a los 6 meses de edad. Sólo necesita que se le de la ocasión de hacerlo.



¿Por qué la alimentación complementaria a demanda?

La alimentación complementaria a demanda está basada en el desarrollo de los bebés a lo largo de su primer año.

Los sistemas inmunitario y digestivo de los recién nacidos no están preparados para la comida hasta que alcanzan los 6 meses de edad; la leche materna (o de fórmula) es todo cuanto los bebés sanos necesitan hasta ese momento. A los 6 meses, los bebés son capaces de sentarse erguidos, coger pedazos de comida, llevárselos a la boca y masticarlos; es decir, se pueden alimentar solos.

Antes, cuando los bebés empezaban con la alimentación complementaria a los 3 o 4 meses, se les daban purés por el hecho de que eran demasiado pequeños para comer solos.

Si has esperado hasta los 6 meses para introducir la alimentación complementaria, has superado la etapa de los purés, por lo que no los necesitarás.
¿No se ahogará?
A lo largo de bastante tiempo, se ha recomendado a los padres que introdujesen en la dieta de sus bebés la comida en trozos a los 6 meses para ayudar a que desarrollaran y fortaleciesen la masticación. La única diferencia es que con la alimentación complementaria a demanda no se ofrecen purés. Con lo que, siempre que se cumplan unas simples reglas de seguridad, la probabilidad de atragantamiento es la misma que con cualquier otro método de introducción de alimentos sólidos. De hecho, cuando permitimos al bebé supervisar lo que se lleva a la boca, le ayudamos a aprender a comer de forma segura.

¿De qué manera empiezo?

* Sienta al bebé erguido, frente a la mesa, ya sea en tu regazo o en una trona. Verifica que su postura es estable y que puede utilizar las manos y los brazos con libertad.

* En lugar de darle la comida, ofrécesela; ponla frente al bebé o déjale que la coja de tu mano, de forma que sea él quien decida.

* Empieza con comidas que sean fáciles de agarrar: al principio, lo mejor son los palitos o las tiras. Introduce nuevas formas y texturas de manera gradual, para que tu bebé pueda descubrir cómo manejarlas.

* Incluye al bebé en las comidas familiares siempre que puedas. Cuando sea posible –y apropiado para un bebé-, ofrécele la misma comida que estés comiendo, de forma que pueda imitar lo que tú haces.

* Elije los momentos en los que el bebé no esté cansado o tenga hambre, ya que de este modo se podrá concentrar mejor. En esta etapa, la hora de la comida es para jugar y aprender, ya que el bebé seguirá obteniendo todo el alimento que necesita de la lactancia.

* Sigue ofreciéndole el pecho o el biberón como siempre. La leche es la principal fuente nutricional del bebé hasta que tiene un año. Cuando el bebé necesite menos leche, reducirá las tomas por si mismo.

* Ofrécele agua con las comidas para que pueda beber si lo necesita.

* No distraigas o apremies al bebé mientras esté manipulando la comida; deja que se concentre y se tome su tiempo.

*No le metas comida en la boca ni trates de convencerlo para que coma más.

¿Qué comidas le puedo ofrecer a mi bebé?

Puedes compartir prácticamente cualquier plato saludable de la comida familiar con tu bebé. Por ejemplo: fruta, verduras, carne, queso, huevos bien hechos, pan (o tostadas), arroz, pasta y la mayoría de los pescados. Al principio, elije comidas que puedan ser cortadas fácilmente en palitos o tiras cuando el pequeño esté empezando.
Si ofreces a tu bebé comidas variadas, le estás dando la oportunidad de descubrir diferentes sabores y texturas y te aseguras de que consigue todos los nutrientes que .

Comidas a evitar
* Alimentos con sal o azúcar añadidos. Lee las etiquetas cuidadosamente, ya que muchas comidas envasadas –como legumbres, empanadas o salsas- contienen grandes cantidades de sal.
* Comida rápida y platos preparados.
* Miel, marisco, pez espada y huevos crudos. 

Consejos
* No esperes que tu hijo coma demasiado al principio. Muchos bebés comen muy poco durante los primeros meses. No te obsesiones con las cantidades y piensa en la hora de la comida como un momento más de juego.

* ¡Prepárate para limpiar! Puedes poner un hule bajo la trona del bebé para proteger el suelo. De esta forma podrás volver a ofrecerle los alimentos caídos.

* Plantéalo como algo divertido. Así tu bebé estará dispuesto a probar nuevos alimentos y estará deseando que llegue la hora de la comida.

Bebé siempre seguro
* Asegúrate de que tu bebé se sienta erguido para comer.
* No le ofrezcas frutos secos o semillas enteras.
* Corta por la mitad alimentos pequeños, como aceitunas o cerezas; quita los huesos.
* No dejes que nadie, excepto el propio bebé, ponga comida en su boca.
* Explica este método a cualquiera que cuide del bebé.
* NUNCA dejes al bebé solo mientras esté comiendo

Nota
Debes comentar los detalles de la alimentación complementaria con tu pediatra o enfermer@ pediatric@ si en tu familia existen antecedentes de intolerancias, alergias alimenticias, problemas digestivos o si tienes cualquier otra duda sobre la salud o el desarrollo de tu hijo.

Para más información (en inglés), visita www.baby-led.com, www.rapleyweaning.com o lee Baby-led Weaning, Helping your baby to love good food, un libro de Gill Rapley y Tracey Murkett.

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