¿POR QUE NO DEBEMOS COMPARAR A LOS NIÑOS CON OTROS?
Muchos padres, maestros y escuelas hacen esto todo el tiempo. Con frecuencia creemos que es normal y hasta adecuado. Pero es todo lo contrario:
- Daña totalmente la autoestima del niño, ya que llegan a sentir que no son queridos del todo por esa persona. Se vuelven más sensibles e inseguros.
- Les provoca ansiedad por la presión que les ejerce querer ser como la otra persona. Cuando ven que no consiguen ser como los demás les dicen, se frustran y aumenta el estrés.
- Puede provocarles una pérdida de su identidad, ya que gastan energía y tiempo en querer ser como otros niños olvidándose que lo más importante es conocerse y ser ellos mismos. Hacen cosas que no les gusta o con las que no se sienten identificados por quedar bien, y esto les impide desarrollar su propia personalidad.
- A veces atenta contra la intimidad del niño cuando las comparaciones son ante otras personas. Esto es una humillación en toda regla para el niño, lo que le provoca un gran malestar emocional.
- Provocan emociones negativas como la envidia y los celos por otros niños, lo que puede llevar a que surjan nuevos conflictos, convirtiendo su vida en una auténtica competición por ser mejor que el otro.
- Se vuelven niños pesimistas. Pierden la capacidad y las ganas de luchar por conseguir sus logros. Escondiéndose en ellos su verdadero potencial y sus talentos.
- El efecto que queremos conseguir con ello, se vuelve el contrario. La consecuencia es negativa y dañará la confianza y la relación con el niño.
Hay más consecuencias, pero con estas espero haberte expuesto las más importantes.
fuente: yaiyoga.es
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